Conchi, asesinada en su tienda de Tirso de Molina, se resistió al atracador hasta morir

Conchi, asesinada en su tienda de Tirso de Molina, se resistió al atracador hasta morir a causa de varios cortes y puñaladas. El asesino sorprendió a la mujer de 61 años en el mostrador de la tienda donde trabaja como encargada, y se llevó una cantidad de dinero indeterminada tras matarla. Un testigo vio huir al ladrón a la carrera, vestido con una camisa de cuadros, ahora la Policía revisa las cámaras de la zona intentando identificar al agresor que en su huida tomó rumbo hacia la zona de Atocha.

El lunes, pasadas Conchi, a punto de ser abuela, estaba a punto de echar el cierre cuando irrumpió en el comercio el asesino. Fue cuestión de minutos, una joven que pasaba por allí vio a la víctima ensangrentada junto a la puerta del comercio.

Cuando llegaron los sanitarios de Samur-Protección Civil la víctima se encontraba en parada cardiorrespiratoria y presentaba varias heridas por arma blanca, al menos una de ellas en el abdomen. Los facultativos le practicaron durante media hora labores de reanimación cardiopulmonar sin éxito, por lo que finalmente han confirmado su fallecimiento. En el lugar del crimen se presentaba el marido de la fallecida y otros familiares, todos visiblemente afectados.

La mujer era la encargada de la tienda Vistebien del número 4 de La Plaza de Tirso de Molina (Madrid) y los habituales de la plaza le respetaban. Gente conflictiva, a menudo con problemas de droga, para los que Conchi siempre tenía un gesto amable. «A veces nos daba de comer, cuando no teníamos nada», confiesa uno de los toxicómanos que frecuenta la zona.

Hoy, martes, una fila de ramos de flores montaba guardia en la puerta de Vistebien, muchos vecinos se han acercado hasta el comercio para mostrar su cariño hacia la víctima de esta manera.

Los especialistas del grupo V de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial de Madrid dirigen la investigación con el apoyo de sus compañeros de la comisaría de Policía Nacional del distrito Centro. Ya han comenzado a tomar declaración a vecinos y familiares, mientras revisan una por una las cámaras de seguridad de la zona. Precisamente, el comercio de la víctima luce varias placas en su exterior de una empresa de seguridad que no hicieron desistir de sus propósitos al atracador.